Culminado el asueto de semana santa, el país se reincorpora plenamente a las actividades productivas.
Aunque todavía impactados por una fuerte sequía, la población recibe esperanzada las lluvias que se hicieron presentes durante el pasado fin de semana y el anuncio de una nueva vaguada para la semana que se inicia.
Se trata de una grata compensación de la naturaleza, tras varios meses de sequía, con secuelas que han de sentirse en la producción y comercialización de productos del agro, como anuncian los productores de plátano, yuca y otros importantes alimentos.
Al vital aporte de agua para la siembra, cosecha y consumo de la población, las lluvias caídas pusieron fin a los incendios forestales que consumieron amplias zonas boscosas durante varias semanas.
Con todo y el provechoso ambiente de lluvia que nos trae esta semana hacia el emblemático mes de mayo, hay que mantener los niveles de racionamiento del agua y esperar el fin de la sequía que permita reabastecer nuestras importantes presas y junto con ellas suplir los acueductos del vital líquido.