Los Brooklyn Nets acariciaron este jueves un merecido triunfo ante los Cleveland Cavaliers, pero un último minuto desastroso fue aprovechado por los de JB Bickerstaff para remontar y darle la vuelta con un triple de Isaac Okoro que dejó el 114-116 definitivo.
Cleveland no había dominado en el marcador desde el segundo cuarto y fue un parcial de cierre de 2-12, con hasta tres robos de balón, lo que causó un cortocircuito a los Nets.
Destacó en los Cavs su fortaleza como equipo, pero con dos nombres propios, los de Donovan Mitchell y Evan Mobley, con 31 y 26 puntos respectivamente. El pívot además finalizó con doble-doble por sus 16 rebotes.
El español Ricky Rubio fue fundamental y sobresalió una vez más sin necesidad de anotar puntos, dando equilibrio al equipo desde el banquillo con siete asistencias, algunas de ellas dignas de aparecer en las mejores acciones de la noche.
Mikal Bridges anotó 32 puntos, es la octava ocasión en la que supera la treintena con los Nets. Hasta ahora con los Suns únicamente lo había logrado en dos encuentros.
Hubo mucha igualdad de inicio, con Cleveland imponiendo un juego mucho más coral, compartiendo el balón, y encontrando opciones más claras de lanzamiento gracias al ‘extra-pass’.
Destacó en el arranque un Mitchell que lo metió prácticamente todo excepto dos intentos de tres, marchándose hasta los doce puntos en apenas seis minutos, así cerraría el cuarto.
Bridges llevó el control desde los locales, cuyo juego fue más individual y tuvo mayores problemas para encontrar acierto en el tiro exterior. Tras doce minutos tan sólo habían anotado uno de siete intentos. Lo firmó Royce O’Neale.
Con una contra de Dinwiddie que culminó Day’Ron Sharpe, Brooklyn se puso por delante en el luminoso. Los Nets cerraron el primer cuarto ganando 33-31 sobre los Cavaliers.
Con Rubio al mando regresaron las ventajas para los Cavs, que llegaron a ser de hasta nueve puntos con él en pista (40-49).
Los puntos tras segunda oportunidad dieron vida a los locales. Al descanso, los de Vaughn sumaron diez puntos así, mientras que los Cavs no terminaron de explotar su rebote ofensivo, un único rechace en canasta contraria y ningún punto.
Una vez más, los últimos minutos del periodo los supo jugar mejor Brooklyn, con un parcial de 12-3 y la dupla Dinwiddie-Bridges como protagonistas. Los equipos se marcharon a vestuarios con 61-60 para los Nets.
En el tercer cuarto Cleveland igualó el físico cerca del aro y superaron en la estadística de rebote a su rival por primera vez en todo el juego (10-15).
Bridges, y sus 16 puntos en este periodo, fueron los artífices de que los Nets nunca perdieran el mando del partido. La máxima por entonces sólo llego a ser de seis tantos, en un choque que ya era mucho más físico, con Claxton y Allen como protagonistas.
De nuevo Dinwiddie sirvió un ‘alley-oop’ espectacular a Sharpe en el cierre de cuarto. Los de Vaughn afrontaron los últimos doce minutos con ventaja por 91-85.
La mejor versión de Ricky Rubio apareció en el arranque del último cuarto, nutriendo a sus compañeros de ‘regalos’ que sólo él puede encontrar en una pista de basket.
Para las mejores jugadas del partido quedarán el alleyup a Mobley casi desde el centro del campo y una asistencia picando el balón entre un bosque de piernas que dejó a Garland solo para meterla a placer.
Vino un nuevo despegue de los Nets en el luminoso, mejorando su circulación de balón y reencontrándose con los triples. Llegaron a tener diez puntos de ventaja.
Mobley adquirió más presencia y sumó más puntos con el paso de los minutos para ayudar a los Cavs a tener opciones de triunfo, se fue hasta los ocho puntos y cuatro rebotes en el tramo final, con algunas acciones que evidenciaron su tremenda calidad.
Más de la mitad de los puntos de los Nets fueron los doce que convirtió Joe Harris desde el triple, ni Bridges ni Dinwiddie tuvieron el peso que se esperaba de ellos en el momento clave.
Tres robos de balón en el último minuto, dos de LeVert y otro de Garland, permitieron a los Cavs completar un parcial de cierre de 2-12. Mobley firme bajo el aro, Mitchell fiable en sus tiros, y un Isaac Okoro que recibió la pelota clave en el último suspiro para lograr el triunfo final en el único tiro que realizó en toda la noche.
Le quedaron siete décimas a los Nets para jugársela desde el triple en las manos de Bridges, pero no tocó aro y el resultado definitivo fue 114-116. EFE