El gobierno y la oposición andan bastante ocupados confrontando cifras y realizaciones.
El presidente Luis Abinader inició la jornada en su discurso de rendición de cuentas sacando a relucir una suerte de fórmula de aliento, con el propósito de convencer que ahora se compran más alimentos con el salario mínimo que lo que se adquirían en el 2011.
Y acompañó su señalamiento con una larga lista de obras y realizaciones que enumeró como aval de una gestión exitosa.
La respuesta de la oposición ha sido demoledora. Sin reparos. Y con el marcado propósito de acentuar los cuestionamientos.
Es año preelectoral y todo cuanto acontezca a partir de ahora deberá observarse a través de ese prisma con miras a la contienda del 2024.
Ante ellos y frente a ellos, la población observa, siente y padece. Que es lo más importante.
Gobierno y oposición deben saber que la evaluación y decisión del soberano llegará.
Ya nos enteraremos, pues, por quién doblarán las campanas.