Fez (Marruecos).- El secretario general de la ONU, António Guterres, destacó este martes el papel de los líderes religiosos que trabajan “para promover el diálogo y la armonía interreligiosa”, un espíritu que, dijo, se necesita “más que nunca” en un mundo donde prolifera “el discurso del odio”, las “injusticias” y los “conflictos”.
En su discurso de apertura del noveno foro de la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidas que se celebra en la ciudad marroquí de Fez, Guterres apeló al Corán, que “enseña que Dios creó las naciones y las tribus ‘para que nos conozcamos unos a otros'”, y animó a inspirarse en él “en este tiempo de peligros” para llegar a ser “una gran familia humana”.
Porque, según Guterres, actualmente “las fuerzas de la división y el odio están encontrando tierra fértil en un paisaje marcado por injusticias y conflictos”, donde “las divisiones se agrandan”, “las tensiones -geopolíticas, sociales y económicas- crecen” y la crisis en el coste de vida “golpea con más fuerza a los más vulnerables”.
Ello añadido, dijo, a “una confianza en el liderazgo político que se derrumba”, a discursos de odio, desinformación y abusos que proliferan, lo que hace que “la intolerancia y la irracionalidad campen a sus anchas”.
En un mundo, advirtió, donde “los antiguos males -antisemitismo, islamofobia, persecución de los cristiano, xenofobia y racismo- están recibiendo nuevos alientos”.
A lo que, según Guterres, se le añade una crisis climática que urge a “conseguir la neutralidad del carbono a mediados de siglo” y “reducir las emisiones con urgencia esta década”.
Para hacer frente a estos retos, el secretario general de la ONU apostó por ayudar con recursos a los países en vías de desarrollo, poner en marcha acciones “urgentes” contra el hambre en el cuerno de África, el Sahel, Afganistán o Haití y “construir los cimientos de una paz duradera” para prevenir los conflictos.
“El qué no es el reto, es el cómo. Cómo asegurar la cooperación, aumentar la ambición, gestionar los recursos, movilizar la voluntad política, catalizar acciones a todos los niveles, desde el global al local, y actuar en solidaridad”, dijo Guterres, para lo que “la Alianza de Civilizaciones está ayudando a encontrar la manera”.
Durante la apertura intervino también el secretario general adjunto de la ONU y Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidas (UNAOC), Miguel Ángel Moratinos, que destacó que con la guerra en Ucrania “el mundo se está dividiendo otra vez”, convirtiéndose en “un mundo de desacuerdos y confrontación”.
Actualmente, indicó, “se pide una redefinición del nuevo orden internacional” y “todas las partes entienden que no hay alternativa que un mundo multilateral”.
Moratinos dedicó parte de su discurso a lo que definió como “un nuevo tipo de totalitarismo: el totalitarismo tecnológico”, con el desarrollo de la inteligencia artificial, que “vigila” al ser humano y “convierte a los ciudadanos en meros consumidores”.
“Hay unanimidad en que tenemos que invertir en inteligencia artificial, pero lo más importante es invertir más en inteligencia humana”, dijo.
El exministro español destacó un “segundo totalitarismo”, el de intentar crear “un mundo plano” donde la diferencia es un elemento negativo, con “discursos obsoletos que pertenecen al pasado”.