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¿Pujols con una de las mejores campañas finales de la historia?

Matt Kelly/MLB.com

Cada jugador quiere retirarse estando todavía cerca del tope de su nivel, pero la realidad es que no muchos tienen esa suerte. Muchísimas estrellas siguieron jugando bastante tiempo después de eso, sólo para ver cómo la velocidad de sus pies, la coordinación manos-vista y el talento se diluían con el paso de los años.

Por eso es tan especial cuando una estrella logra conseguir ese último aire y revive por última vez sus mejores días.

En mayo del año pasado, cuando el dominicano Albert Pujols fue dejado libre por los Angelinos, parecía que su legendaria carrera estaba destinada a tener un cierre poco estelar. Pero Pujols le dio un giro a la historia al llegar a los Dodgers, y eso fue apenas el inicio. Su regreso a San Luis para un último año sirvió la mesa para lo que ha sido un mágico ascenso en estos meses finales por el listado histórico de jonrones, que además ha coincidido con el vuelo de los Cardenales hacia el título de la División Central de la Liga Nacional.

Pujols, a los 42 años, no sólo está haciendo historia de forma regular, sino que ahora tiene OPS de .866 y OPS+ de 145 (45% mejor que el promedio de la liga), que sería el mejor para él desde que terminó su primera estadía en San Luis en el 2011. En otras palabras, está poniendo sólidos argumentos para sumarse a esta lista de las mejores temporadas para bateadores en sus años de despedida.

Buster Posey, 2021

Cuando llegó a la campaña del 2021, Posey ya no tenía nada más que demostrar. Había ganado los premios Novato del Año y Jugador Más Valioso, un Guante de Oro y un título de bateo. Había realizado seis viajes al Juego de Estrellas y también había sido pieza clave de tres escuadras que ganaron la Serie Mundial. Pero Posey y los Gigantes también habían bajado significativamente su nivel en el 2018 y el 2019. Y el cátcher decidió no jugar en la breve temporada del 2020.

Entonces, cuando Posey regresó en el 2021, había muchas dudas sobre cuánto podía quedarle en el tanque al veterano de 34 años. Mucho, como vimos luego. Posey bateó .304/.390/.499 (OPS+ de 140) con 18 cuadrangulares, todo eso mientras iniciaba más de 100 partidos detrás del plato. No fue sino hasta después de terminada la campaña – en la que los Gigantes sorprendieron a todos ganando 107 desafíos y el título del Oeste de la Liga Nacional – que Posey anunció su retiro.

David Ortiz, 2016

Hasta el mayor aficionado de los Medias Rojas debe haberse sorprendido por lo hecho por el dominicano en su último año. Big Papi empalmó 38 jonrones (récord para un jugador en su último año) y encabezó las Mayores en OPS (1.021) y dobles (48, además de comandar la Liga Americana con 127 empujadas. A sus 40 años, Ortiz estuvo entre los líderes de varias métricas que miden la calidad del contacto de Statcast, poniendo los toques finales a una carrera que parece que lo llevará al Salón de la Fama. 

Cleveland barrió a los Medias Rojas en la Serie Divisional de ese año, pero los seguidores de Boston le dieron una gran ovación a Ortiz tras el último encuentro de la serie.

Barry Bonds, 2007

La reputación de Bonds – especialmente fuera de San Francisco – tuvo un peso importante en la razón por la cual no pudo continuar jugando tras la campaña del 2007. Pero Bonds fue un potente cañonero pasado su cumpleaños número 43. Su 12mo y último título de bases por bolas (132) y el mejor porcentaje de embasarse de .480 demostraron lo mucho que los lanzadores detestaban enfrentarlo. Bonds detonó 28 bambinazos, uno por cada 12 turnos. 

Bonds superó a Hank Aaron por el primer lugar histórico de jonrones con su 756to cuadrangular ante Mike Bacsik de los Nacionales a comienzos de agosto. El cañonazo número 762 y el último de su carrera fue ante el derecho dominicano de los Rockies, Ubaldo Jiménez.

Will Clark, 2000

Los Rangers reemplazaron a Clark con el cubano Rafael Palmeiro en la agencia libre tras la temporada de 1998, pese a unos números excelentes de Clark (.305/.384/.507, 23 HR, 102 CE). Aunque las lesiones lo afectaron durante la segunda mitad de la campaña de 1999, Clark regresó a su nivel en el 2000 con los Orioles al batear .301, antes de llegar vía cambio a los Cardenales para reemplazar a un lesionado Mark McGwire en la inicial. Estuvo aun mejor en San Luis, con OPS de 1.081 y 12 cañonazos en 51 juegos. 

Clark dio un jonrón de tres carreras ante el as de los Bravos, Tom Glavine, en el Juego 2 de la SDLN y bateó .412/.500/.706 durante la SCLN, en la que los Cardenales cayeron ante los Mets. 

“Puedo seguir bateando, puedo seguir jugando y defendiendo mi posición”, le dijo a prensa. “Pero también, al mismo tiempo, es el momento correcto para despedirme”.

Ted Williams, 1960

Williams demostró que era humano en 1959, bateando .254 con apenas 10 jonrones mientras celebraba su cumpleaños número 41 en aquel agosto. Aunque muchos pensaron que se retiraría, el cañonero se negó a colgar los ganchos de esa forma. Regresó a los Medias Rojas, ofreciendo rebajar su salario en un 30% debido a su baja producción en 1959.

Terminó siendo una decisión sabia. Williams no sólo tuvo una impresionante campaña en 1960 (.316/.451/.645 con un impresionante OPS+ de 190), sino que guardó su 29no y último cuadrangular del año para su último turno — para salir tronando, literalmente.

Hank Greenberg, 1947

Greenberg lideró la Americana con 44 cuadrangulares y 127 impulsadas en 1946, pero tuvo el peor promedio de bateo de su carrera (.277), una señal de declive en esa era. Pero los Piratas no lo vieron así y le compraron su contrato a los Tigres por US$75,000. El club movió la pared del jardín izquierdo para acomodar a su nuevo cañonero. Greenberg empalmó 25 bambinazos y encabezó la Nacional con 104 bases por bolas, además de un porcentaje de embasarse de .408. Luego se retiró para ser el gerente general de los Indios.

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